Al fin, el pasado 8 de Junio, pudimos disfrutar del Congreso Rocinante, celebrado en las instalaciones de la Academia de Caballería en Valladolid y más concretamente en el antiguo Picadero, una instalación auténticamente increíble.
Tuvimos la suerte de contar con la presencia del Col. Francisco Javier López Villar, quien inauguró el Congreso y de compartir la comida con el subdirector de la Academia el Tcol. Severiano González Pimienta, muchísimas gracias a ambos y gracias a todos los miembros de la Academia de Caballería por la gran acogida y el cariño recibido por su parte.
Ahora, como me gusta decir en mis clases, ¡al lio! Mas de cuarenta participantes en el Congreso en sus dos modalidades, Armas de Combate Cuerpo a Cuerpo y Combate Cuerpo a Cuerpo, ponencias de Espada Larga, Ropera, Bokken, Jo y Sable de Caballería, como no podía ser de otra forma y mientras en el Tatami, proyecciones, controles, golpeos, trabajo de suelo, armas de circunstancias y para terminar todos los participantes juntos con armas tácticas.
Entre una clase y otra, me encantó escuchar a viejos amigos como hablaban entre ellos mencionando que les recordaba el Congreso a esos primeros cursos, allá por los humildes comienzos de UGFAS, que se impartían en la base del Goloso. No recuerdo a quién fue, pero lo llamaron “el espíritu del Goloso”, me encantó esa expresión. UGFAS hoy por hoy demuestra su fuerza y su crecimiento en cada congreso o curso que realiza, pero de vez en cuando es bonito recordar nuestros humildes comienzos para ser conscientes del lugar que ocupa ahora y de todo el camino recorrido.
No quiero olvidarme agradecer su presencia y colaboración a la Sala de Armas Hernando de Acuña y al frente de ella a su maestro Alfonso Durán, quien ya forma parte de esta gran familia que es UGFAS.
El sábado me quedé sin voz (literalmente) y por lo que recuerdo (pues los nervios hicieron presa de mi durante toda la jornada) la palabra que más repetí fue GRACIAS y ahora lo digo de nuevo, GRACIAS, GRACIAS Y MIL VECES GRACIAS, a todos. Cristina, Kike, Juan Luis, Paki, Enrique, Alberto, Pablo y nuestra querida Academia, gracias a vosotros Rocinante ha sido posible.
Amaro Muñoz.